EnREDando nuestras raíces, por un 2020 lleno de retos EcoFeministas

El 2019 ha sido un año apasionante para el movimiento feminista. Siempre será el año en que la #HuelgaFeminista se consolidó. No solo repetimos las multitudinarias movilizaciones de 2018, la respuesta en las calles fue aún mayor, y también a nivel internacional vimos cómo se sumaban más países.

La #JusticiaPatriarcal, que acaparó tantos titulares en 2018, ha recibido un duro varapalo con la sentencia del Tribunal Constitucional a favor de la víctima de «La Manada». Una sentencia ejemplar, que ya ha empezado a ser reproducida por otros tribunales, y que demuestra la interpretación sesgada y machista de las leyes por parte de algunos juristas, tal y como el movimiento feminista venía denunciando y señalando hace tiempo.

El ecofeminismo también ha estado muy presente este 2019, en el que además de la conciencia sobre la discriminación de las mujeres, una parte importante de la ciudadanía, también ha adquirido una nueva conciencia ecológica. De la mano de Greta Thunberg, convertida en un icono por la defensa del clima, hemos avanzado en ambas cuestiones. Por primera vez, una joven adolescente ocupa la atención mundial, y la razón nada tiene que ver con su físico ni con el rol convencional reservado a las jóvenes de su edad. Su figura no solo ha puesto en evidencia a los negacionistas, también la profunda misoginia de la que hacen gala, pues no deja de ser la propia mentalidad patriarcal la que se pone en tela de juicio cuando criticamos la cultura de la depredación, la violencia y el egoísmo. Superar nuestro sistema económico, que se ha convertido en la principal amenaza para el medioambiente y la estabilidad de las comunidades humanas, implica también deconstruir y superar la raíz ideológica, y el sistema de creencias patriarcal, que lo ha legitimado y naturalizado todo este tiempo. El capitalismo es un monstruo alumbrado por el patriarcado y cada vez resulta más difícil negarlo.

Cerramos este año con la decepción de una cumbre climática, la COP25, que no ha estado a la altura de las demandas de la población ni de la comunidad científica. En contraposición, la ilusión de la Cumbre Social por el Clima, organizada paralelamente por los colectivos sociales, que ha sobrepasado nuestras expectativas por la enorme fuerza y capacidad de respuesta de la gente. El feminismo, como era de esperar, ha estado mucho más representado en la segunda que en la primera. Y desde ahí, nutriéndose como siempre del trabajo en red y colaborativo, se prepara para que el año que viene, el 20/20, sea el año en que el discurso ecofeminista irrumpa con fuerza en todos los ámbitos.

Desde el espacio de la Red EQUO Mujeres estaremos también empujando con fuerza en la misma dirección que el resto de organizaciones ecofeministas. La cuarta ola del movimiento feminista está avanzando ya para integrar una perspectiva ecofeminista que la haga crecer y consolidarse como alternativa global a un sistema que se autodestruye. Tal y como dice nuestra admirada Alicia Puleo, «el ecofeminismo es la respuesta».

En 2020, seguiremos enREDando nuestras raíces, trabajando en un presente que mejore el futuro de las personas y del Planeta. Esperamos contar con todas vosotras para afrontar esta tarea, y celebrar juntas cada paso.

¡Por un 2020 lleno de retos EcoFeministas!